sábado, 17 de noviembre de 2007

SOLARES

Un día tiraron el edificio de la esquina y apareció un agujero más en la calle. Desde el balcón la calle parecía la sonrisa mellada de una anciana que cada poco tiempo pierde un diente. Desde hace 7 años se derriban edificios, y aparecen nuevos solares tapizados con restos de otras vidas. Colgados de las paredes quedan azulejos de baños y cocinas, alcobas empapeladas de flores y salones pintados en crema con huellas de cuadros.
Los solares miran tristes y vacíos hacia la calle esperando que algo les devuelva la vida. Se convierten en "espacios perdidos" recuperados periódicamente como contenedores de basura, recipientes donde se tiran los desperdicios de un barrio a medio tirar y a medio construir.
Pero otras veces aparecen personas que deciden "liberar" los solares, quitarles sus vallas y reencontrarse con el espacio perdido para devolverle la vida pública que lo llenará con nuevos usos y significados. Así comenzó a liberarse el solar de Embajadores esquina Rodas.
Un grupo de vecinos y amigos, algunos de ellos participantes en "Ecosistema Urbano" y "Observatorio Metropolitano" decidieron ponerse manos a la obra. Por la noche se recogieron maderas de los contenedores, palés abandonados de obras acabadas y arena, se trajeron herramientas, cubos y sillas...
La gente que pasaba, a penas se detenía a preguntar o a observar. En el barrio pasan muchas cosas todos los días y como dice mi vecina que siempre va en bata y chancletas: "aquí, hija, estamos acostumbrados a ver de tó" siempre hay gente "haciendo cosas raras". Pocos ofrecían su ayuda y tampoco se reclamaba la participación...
Poco a poco aquella obra iba cobrando forma, pero la forma era extraña, unos decían que era un barco, otros decían que era una madeja de lana pero hecha en madera y a otros les parecía una burbuja, un niño dijo que era una nave espacial....
Pero casi nadie entendíamos que era aquella estructura y para que servía. La noche del viernes pasé por la calle Embajadores, iba sin cámara y no pude fotografiar ese momento "clik" en el que todo cobra sentido... el solar había sido "liberado"! Habían desaparecido las vallas, se colgaron farolillos hechos con tubos de plástico rojos, (esos tubos que sirven para llevar cables de un lado a otro) la luz venía del local de alado a través de un cable, había música suave y gente charlando dentro y fuera de la estructura de madera. En el suelo había arena fina y los troncos y palés se habían transformado en banquitos de madera y escaleras hacia aquella playa urbana....Parecía la inauguración de una exposición de vanguardia, aunque cualquiera podía participar de la fiesta había gente que no se animaba y solo miraba tímidamente desde la acera. La policía pasó y se hizo silencio, miraron por la ventanilla del coche, como hacían todos los coches que pasaban, amortiguaron la marcha y... nada, no pasó nada...
Por la mañana estaba todo limpio en el solar, ni rastro de la fiesta. La burbuja de madera seguía en pie, el sol entraba entre las maderas y dibujaba en la arena sombras alargadas. Entré en la burbuja a leer el periódico y escuchar lo que decía la gente sin que se sintieran observados...
La observada era yo, ahí sentada dentro de la burbuja....Los chinos del todo a cien de al lado se reían mucho y decían cosas en chino que no entendía pero que debían ser la mar de graciosas. Yo me sentía en la playa con la brisa y el sol fresco de la mañana meciendo mi periódico mientras detrás de mi una ola pintada de azul con un pez dentro ratificaba que no estaba sola en mi percepción.... ahora tenemos playa en Lavapies y un Nautilus de madera....
Los señores que salen de espaldas en la foto dicen que están muy contentos porque ahora se pueden sentar a charlar al sol con el mar tras ellos y se ríen cuando señalan el pececillo pintado en la parez...
Pero aun me parece raro que no haya más niños jugando en la burbuja, más chavales sentados en la arena o más actividades en nuestra playa...., el Nautilus sigue en pie pero a veces parece que navega solo.... que la gente tiene miedo de tomar el timón, de hacerlo suyo y cuidarlo. Yo me pregunto si seguirán "liberándose" solares y si un día habrá más playas y porque no, también bosques en los solares que aún esperan su amnistía... (Sara Sama)